Un aporte CIC

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Arte y Cultura

Junto a Neruda con Rimbaud

“A la aurora, armados de una ardiente paciencia,
entraremos a las espléndidas ciudades”.

martes, 14 de mayo de 2013

CÉSAR VALDEBENITO



                        

                        CÉSAR VALDEBENITO

                                           (Concepción, Chile, 1975)

Poeta, narrador, ensayista. Licenciado en Matemáticas de la Universidad de Concepción, al egresar se dedicó por completo a la literatura. En 1998 publicó el libro de poemas El Jardín (Premio Fondos Concursables Municipalidad de Concepción).  El 2000 fue publicado su libro-objeto, La Muerte de Bukowski. El 2001 su Antología de Poetas Chilenos Jóvenes (Premio a la reedición de las mejores obras publicadas en el año por el Fondo del Libro y la Lectura del Gobierno de Chile). El 2002, su segundo libro de poemas, Urnas o Réquiem a la palabra. Director de talleres universitarios y fundador de revistas literarias. La Revista Quiltro fue Premiada con los Fondos Concursables Universidad de Concepción). En el 2009 apareció su primera novela: Correcciones Elementales y  en el 2010 su libro de cuentos Todas las rameras de Chile. Ha sido premiado por la autoría del CD interactivo Literatura de las Nuevas Fronteras (Financiado por el Fondo del libro y la lectura).



                           EL AÑO DE LOS AMANTES



1

  
Tú saludas a las rosas y a las aves como a las niñas

servil y sumisa

ello duele

hiere la aflicción

también apacigua



2


En otoño

besamos la tierra mojada como el hondo signo de la vida abierta   

amarga

y hoy

no puedo levantar la vista

por miedo a encontrar la ansiedad de las lilas

o el pasado     que se arruga y envejece





3



Esto es     lo que queda

quietudes

el pueblo costero

mi inocencia que sabe a ceniza

tu lugar era otra casa y lo entendías
 
ahora

aquí                    el pájaro entre las frondas

y  el fruto en el viento de otro verano








4



Al salir a la penumbra  
 
el recuerdo 
                                            quiebra los tilos



5



Imagina que ya no puedo soñar

que todo es una hoja ajada a punto de rodar

hacia el vacío de una vida que no es


en la que hemos soñado sin darnos cuenta

y yo estoy aquí y nada queda



6



Pese a tanta fiebre obtuvimos el recuerdo de un Dios sencillo

el inaudible rumor de las cosas

y un cielo no tan grande como el tuyo


7



El instante sin límite de estos días

es el silencio del poniente

que me fue dado por los dioses


donde nuestras mínimas ansias tiemblan.



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