Un aporte CIC

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Arte y Cultura

Junto a Neruda con Rimbaud

“A la aurora, armados de una ardiente paciencia,
entraremos a las espléndidas ciudades”.

martes, 14 de mayo de 2013

Enrique Silva Rodríguez



Breve Biografía
Enrique Silva Rodríguez (Coronel, 51 años), Cantautor, Poeta, Escritor, estudió Pedagogía en la U de Los Lagos sede Lota. Ha desempeñado diversos trabajos, desde Viejo Pascuero, pasando por minero del carbón a Coordinador de un Programa de Bibliotecas Comunitarias. Dicta Talleres de Estimulación a la Lectura y Creación Literaria. Ha obtenido menciones y primeros lugares en  uno que otro Concurso Literario Nacional e Internacional. A pesar de no contar con libros publicados, ha participado en la “Feria Internacional del Libro de Los Mochis”, México; y en “La Feria Internacional del Libro: Caaguazú lee, de Coronel Oviedo, Paraguay”. Recientemente obtuvo el Primer Lugar en la primera versión del Concurso Literario de Microcuentos, Concepción en 100 palabras. Vive en Maule, en una casa azul, montada sobre un cerro a orillas del mar.



BREVE Y DELGADO POEMA DE AMOR

Me amas
Amor
Me dices
Con un amar
Amor
De madreselva
Cada muro
Cada hueso
Más yo te pido
Amor
Ámame en la piedra
Ámame en la arena del reloj innumerable
Con un amar
Amor
De musgo
Y de algas
Y de moho.    

LOS BICHOS

Y no obstante lo ominoso del gusano
Que se nutre   larva y transfigura
En el sueño putrefacto de los muertos
Y no obstante el espantoso escarabajo estercolero
Que en las fecas nace   se consagra y reproduce
Y no obstante la lombriz que mutilada
Regenérase en secreto
Semidiós y necrofìlica
Casi humana
Y no obstante bicharraco   sabandija y alimaña.
Y no obstante lo babosa y lo ciempiés  
La lanceta y su ponzoña
La trompa que supura y atenaza
Yo venero entre los bichos
Los tres dones que no tengo:
Sus corazas coloridas
Esas alas capaces de hacer música y volar
Y tanta
Tanta luz  en un poquito
De luciérnaga.     

HOMBRE CON LA MANO EN LA BARBILLA

Acaso pueda ser una palabra nueva algún día.
Una palabra nueva y remota
Como una estrella
Que no deje de alumbrarnos
Y alumbrarse
Una palabra
Como un tren a toda máquina
Pasando sobre un niño de espalda entre los rieles
Por qué no para de llover si digo estío?
Por qué el mar no se encabrita si pronuncio tempestad?
Digo estío
Pronuncio tempestad
Y unas piedras caen de mi boca
Quiero entender por qué el ocaso se marchita si lo nombro
Quiero saber qué significo
Quién soy yo para el silencio
De vez en cuando es bueno
Un chapuzón de muerte
De vez en cuando es bueno
Volver a la camada
Porque sólo el disgregado
Sabe dar voces verdaderas
Y sólo el cachorro
Puede balbucear el universo.    

MUJER COMO EL MAR

Yo conozco una mujer que es como el mar
Viene y se aleja esta mujer
Como una ola
De su misterio azul a mis marismas
Y yo amo su alegría cuando llega y me desguaza
Beso a beso
Lentamente
Como la sal
A un barco viejo
Porque trae tanto de la playa esta mujer a mis orillas
Tanto maramor
Lame mi lecho
Que se espuman
Sus senos en mi boca
Que se encrespan como olas en mis manos
Sus caderas
Que me areno entre sus piernas
Me archipiélago en sus muslos
Y penínsulo
Su pubis.

Éramos Cuatro

Éramos
Cuatro astronautas flotando a la deriva en un mar de estrellas
Cuatro estrafalarios sombreros de paja despeinados por la luna
Cuatro espantapájaros voladores
Cuatro paracaidistas cayendo en el sol
Cuatro volantines condecorados por el viento
Cuatro estrías en la luz
Cuatro santones eyectados en el espíritu de las galaxias
En un orgasmo del espíritu
Y aterrizamos locos los cuatro en la misma loca estación de trenes
Y aterrizamos locos los cuatro en la misma loca locomotora
Locos los cuatro en el mismo loco pasajero
Como si nos hubiéramos puesto de acuerdo años luz antes
Había un río cristalino
Había un erotismo primordial en el bosque impenetrable
El sol acariciaba la mejilla de la nieve
La nieve enroscaba su melena en el alma del volcán
Y en el afuera y en el adentro
Éramos cuatro niños perdidos
En un laberinto de espejos
Cada quien en su escafandra
Rozó la belleza
Cada quien en su astronave
Desfloró el misterio
De este viaje.

Soliloquio de la Culebra

Este pellejo viejo que se desgarra                                                     
A causa de este otro
Pellejo tierno
Que ya envejece
Pellejo que de tan hondo
Viene y me funda
Proyectándome                                                                         
Pellejo que me desangra y me sutura
De un solo beso
Pellejo que me expele y se me queda 
En el alma de la lengua
En la punta de la sed                                    
Esta sed desconocida
Que soy
Y sigo siendo
De pellejo
En pellejo
Elásticamente.     


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