Un aporte CIC

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Arte y Cultura

Junto a Neruda con Rimbaud

“A la aurora, armados de una ardiente paciencia,
entraremos a las espléndidas ciudades”.

domingo, 24 de enero de 2010

Francisco Arriagada - Concepción

Cúmulo de Voz


Escucha el cúmulo de voz atragantado
lo llama arriba una difracción de Venus
de los pastizales cantan hasta los grillos.
¡Es la noche soberbia
que mira la presunta muerte del sonido!

(Venus canta con los grillos)
¡Muere la guitarra de puta madre!
¡la voz no sale!
¡el sonido apaga!
Se incendian las carpas del campamento
la voz no sale, se atraganta.

¡DILO!

¡Sal voz de mierda prensada!
¡Di lo que piensas, lo que sientes!

Te llama de arriba un planeta iluminado
¡Sal voz de mediocre idiosincrasia!

Vuela a las estrellas relativas
estrellas de piedras brillantes
estrellas de ojos encandilados
estrellas de almas soñadoras
estrellas de voces estrelladas
que vuelan con alas ajenas
y cantan con los grillos incinerados.

¡Sal de una vez, puto cúmulo atragantado!
¡di lo que precisas y vuela al universo!


Crónica Póstuma


Te vi con tus ojos embotellados en loza incolora
tu sombra opacaba la sombra de la creación.

Te vi ligera como trenza en un lapso de tiempo inmóvil
te oí callar los crujidos de tus uñas andróginas.

Te olí la siembra funesta de tu sudor a la tierra
vi cada gota planear como rayo estupefacto.

Noté cascadas vomitadas desde ambos lóbulos colgantes
vi los peces ahogarse en el agua parasitada y violenta.

Espanté los vientos que miedosos soplaban tu rostro afligido
puse en ellos mis propios miedos y decepciones.

Planté a tus pies el árbol grueso de las equivocaciones
y vi crecer en ellos los frutos jugosos de mis errores.

Comí de tu cuerpo desgastado el último vestigio de calor
casi pude sentir a un trozo abrazar mis colmillos.

Enterré la semilla lapidaria a un costado del mar
y te vi una última vez, regándola con mis propios ojos.



Para mañana

Hoy escribo con odio en vez de amor
presiono la punta de la pluma contra el papel
mientras arriba un universo implota paralelo
y el tiempo retrocede anormal.
Esto es lo que escribiré:

“Odio la vida nuestra
que da tormentos
insuperables,
y odio a la gente
que hace más sano
vivir solo.”

Un pensamiento presente; lo tengo como dos pájaros
anidados en mi apareamiento neuronal
pero no lo escribiré
pues mañana no sé si estaré arrepentido
o aún más rencoroso.
No lo sé, si aún queda universo arriba,
confiaré en el mañana, una última vez,
tal vez pueda escribir ligero
tal vez las galaxias detengan su vejez
tal vez suceda
o quizás me dé un aneurisma cerebral
justo ahí, donde los pájaros se anidan,
y termine por romper la pluma.

No lo sé, mañana lo sabré.


De mis palabras

Al avenir de la mañana estoy como leproso
de mi rostro segmentado se desprenden los poemas
ayer fue turbulento; hoy me puedo arriesgar a respirar
hoy puedo colorear el aire con mi lengua
puedo enfriar mi pecho con un soplido crioscópico
¡Oh! pero las palabras éstas no han venido solas
las tuve que buscar en sus nidos de ternura amarrada
las tomé con cuidado, las llevé conmigo
las llamé por su nombre humano:
…………………………..¡P
…………………………..A
…………………………..L
…………………………..A
…………………………..B
…………………………..R
…………………………..A
…………………………..S!

Palabras que hablan en las mentes más poderosas
palabras que arrullan halagüeñas
las vi combinadas en formas ilegiblemente bellas
me comprometí con sus curvas excitantes.
Mis amadas siluetas de porcelana invisible:

Gracias por hibernar
la soledad que me
sucede gracias gracias
por el camino residual
limpiado en seco con
el detergente que yo
extraño Gracias, pero…

¡Qué mal me hicieron anoche, palabras preciosas,
qué deshecha la sangre anémica de mis manos
sinceras que duermen al calor de la pluma!
Traicionado en la noche cuando necesité más consuelo
traicionado por el recuerdo en tiempos de amnesia.

¡No más traición!
¡Y qué si me desprendo de las palabras impregnadas
en mi rostro leproso y las dejo susurrando en
los poemas del olvido y me divorcio de ellas con
una ceremonia de antifaces mortecinos!

Tengo la receta que hará un más que algo
a estas líneas pobremente llamadas poemas
y estas palabras se transfigurarán en mis pupilas
irritadas de haber dormido poco pero allí sólo
me traicionarán una nueva vez ¡no quiero!

Las podría borrar una tras otra
o sólo ignorar sus lecturas al oído.
Las podría eliminar de mi cuerpo leproso
o aceptarlas como miembros de mi alma.

¡Oh! palabras traicioneras, palabras compañeras
¿Quién más que ustedes podría describir
a este león desmelenado que ruge solitario
el silencio de todos los que han matado con
odio y con amor las ilusiones de un algo valeroso?

Ayer fue turbulento pues me traicionaron
Hoy las necesito aquí de nuevo.


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