Un aporte CIC

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Arte y Cultura

Junto a Neruda con Rimbaud

“A la aurora, armados de una ardiente paciencia,
entraremos a las espléndidas ciudades”.

sábado, 2 de enero de 2010

Carmen Durán - Concepción




Con las letras delirantes


Me pregunto amiga mía
qué dolor es tan fecundo
caminando por el mundo
he sabido de agonía
y también de la porfía
de ganarle con el arte
ésta va siendo mi parte
en el duelo inenarrable
aunque a ratos agradable
que quisiera yo narrarte.

Es la décima instrumento
de genial transformación
paso del sueño a la acción
con palabras yo lamento
y reviso yo muy lento
la tristeza que desgrano
transfiguro yo de plano
es alquimia furibunda
y me salva moribunda
el dolor se va lejano.

Se va lejos luego vuelve
yo retomo mis pinceles
me refugio tras cinceles
del lenguaje que resuelve
pa que del alambre cuelgue
esa lágrima estilando
veo q’está lloviznando
apechugo con presteza
visto verde d’entereza
y me duermo sollozando.

Lloro día, noche  y tarde
pasan prestas estaciones
me avasallan emociones
¡esta cosa está que arde!
yo no quiero hacer alarde
de mi herida dolorosa
la devoro yo golosa
me refugio en los maitenes
me deleito de vaivenes
d’esta vida misteriosa.
Me deleito y me reinvento
en trasnoches de tertulia
vivo éxtasis y abulia
de los bares al convento
feminista que te cuento
yo con hebras escribiendo
esta historia voy tejiendo
de sinónimos que viajan
y que mi pesar atajan
ahorita lo estoy viendo.

Escribir es para mí
un camino saludable
hasta aquello imperdonable
ya se dilucida aquí
se transmuta para así
abrir nuevo derroteros
con un verso compañero
que genera realidad
aunque no sea “verdad”
me ilumina cual lucero.

Y no sé si al fin me explico
que al leerte allí me veo
deletreando mi carteo
transformista yo me aplico
pinto con mi dedo chico
las imágenes vibrantes
que yo invoco con desplantes
espantar a mis sombríos
personajes algo umbríos
con las letras delirantes.


Décimas Lotinas


El Canela me ha pedido
que hable yo de las mujeres
de sus vidas sus deberes
de su mundo bien surtido
de su aporte bienvenido
por los hijos y mineros
de su sueño verdadero
de esperanza y alegría
de su profunda valía
y del tiempo venidero.


1
Mi abuela era lotina
mi bisabuela también
les escribo un parabien
-aquí la guitarra afina-
fuimos todas a la mina
país hondo de los muertos
resolvimos mil entuertos
cocimos el cochayuyo
hicimos un gran barullo
y en la loma un gran huerto.


2
Crecimos bordeando cerros
crecimos miedo y jugando
el diablo anda ahí rondando
nos cuentan y ladran perros
salimos a coger berros
miramos mar a lo lejos
miramos jugar los tejos
vimos sufrir a la gente
igual salimos valientes
para la vida y los besos.



3
En Lota la noche es brava
-venimos de un campo agreste-
y aunque cueste lo que cueste
-sin dejar de pelar habas-
una nunca se olvidaba
de la meica allá en el campo
de las yerbas y del canto
rogativas machitunes
extraño los guillatunes
de la noche con su manto.


4
De su manto y su cobijo
repartimos bendiciones
pa’ resistir los dolores
de perder padre e hijo
no es su muerte lo que elijo
yo prefiero todos vivos
alegres y bien altivos
resistiendo la indolencia
aguantando con paciencia
el oprobio del olvido.


5
Porque lejos está el cielo
que soñamos con firmeza
que buscamos con fiereza
con fervor y con anhelo
juntas bajo el canelo
invocamos a las nuestras
protectoras y maestras
de la selva originaria
somos todas milenarias
meicas, brujas y espectras.





6
Pasan años muy oscuros
está lejos el estero
que bordeamos con esmero
allá lejos de los muros
insondables de los duros
murallones de la mina
hacemos caldo e’gallina
pa’ recomponer del parto
que no falte, que haya harto
trigo mote y pan de mina.


7
Lavamos en una artesa
callosas están las manos
y aunque tengamos desganos
nunca falta en nuestra mesa
el cariño, la entereza,
rebeldía, rabia pura,
un gran cuerpo, una cintura
para amar muy decididas
esta suerte de estar vivas
aunque la vida es muy dura.


8
Hubo tiempos muy sombríos
eso nadie lo desmiente
bajo la tierra se siente
muy oscuro ese gran frío
que nos lleva por el río
de preguntas sin respuestas
aunque ya estamos repuestas
de tormentos y dolores
quedan huellas y temores
cuando en la noche te acuestas.




9
Huelgas largas nos llovieron
los inviernos, el dolor
era pa’ sentir temor
del trabajo que ofrecieron.
Los mineros se atrevieron
a luchar por sus derechos
aunque estuvieran maltrechos
rebosaban dignidad
entre el bien y la maldad
no era na’ muy grande el trecho.


10
¡Ay! los niños y las niñas
vulnerable humanidad
en su tierna ingenuidad
quieren perderse en las viñas
pronto aprenden de las riñas
entre obreros y patrones
no se entienden las razones
pa’ vivir tanta violencia
quiero enseñar bien la ciencia
del amor y sus canciones.


11
Lotina soy luchadora
me río de los pescados
navego por los mercados
y también soy peleadora
defiendo yo sin demora
el derecho a trabajar
también el de festejar
con todita la  familia
siempre estamos de vigilia
nunca vamos a olvidar.



12
Las lotinas somos muchas
las de antes, las de ayer,
somos Lota una mujer
hemos sido siempre duchas
pa’ amasar, pa’ las copuchas,
nos prestamos el azúcar
nos vamos de ruca en ruca
nos tomamos unos mates
yo no dejo que me ates
y ganamos nuestras lucas.


13
Siempre en Lota hay una Flor
Flor valiente que germina
muchos nombres ¡adivina!
gente de mucho valor
que con gracia y con color
vuelven a ser las mujeres
más poderosas que hubieres
encontrado en tu camino
es un cuento que adivino
fortaleza que prefieres.


14
Son las jóvenes de hoy día
con sus ganas, sus deseos,
son bien buenas pal leseo
son valientes con porfía
las que abriendo van la vía
los caminos de la vida
van de vuelta, van de ida
pregonando buenas nuevas
no le temen a las pruebas
son muchachas bien batidas.


15
Y las niñas del futuro
quieren vida quieren baile
quieren con mucho donaire
no dejar ni un sólo muro
el destino les auguro
primavera que germina
desde el fondo de la mina
floreciendo están mil veces
hijas, nietas, pan y peces
¡era mi abuela lotina!

 Breve Reseña:

Carmen Durán, escritora, antropóloga, feminista, profesora de Biodanza y de Ontología del Lenguaje, decimera. Carmen Durán ha trabajado durante 30 años como activista feminista socio-cultural en la región del BioBio y de Chile. Además, actualmente es docente de la Universidad de Concepción.

2 comentarios:

Lorenauta dijo...

Gracias por el Blog, la publicación y por el tiempo que dedican a ello...que sea un muy buen año para ustedes.
Saludos

cris dijo...

Gracias amniga lorenauta

abrazos, ingrid

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