SADY OGALDE-TALCAHUANO

EL LOBITO HERIDO


Unos científicos que aprovechaban el verano para estudiar la vida y el comportamiento de la fauna marina se fueron a un lugar que se llama Cobquecura para mirar los lobos marinos.

Allí había una tremenda roca que parecía una isla grande y en la que los lobos, las lobas y los lobitos tomaban el sol tranquilamente todos los días. Pero un lobito que andaba herido, porque jugando en el fondo marino se había golpeado en una piedra, no encontraba espacio en la roca para secarse la herida.

-¡Háganme un lugarcito para ponerme al sol! Les gritaba casi llorando de desesperado.

Pero la lobería no hacía caso.

Y los científicos que estaban mirando nada podían hacer para ayudarlo. Entonces, ahí ocurrió el milagro de la naturaleza que fue muy favorable para el lobito y su herida.

Justo que vino una nube y tapó completamente el quemante sol que había.

Y todos los lobos, las lobas, los lobitos y las lobitas se zambulleron en el mar porque, según dijeron, es decir según pensaron, se había acabado el sol.

-¡Vamos, lobito, sube ahora a la roca! Le gritaron los científicos que estaban mirando desde la orilla… y por supuesto que el animalito les hizo caso y se encaramó solito en la isla vacía. Pero resulta que ahí fue cuando un doctor que andaba en el grupo y que era ecologista dijo:

-¿Y qué tal si ahora que los lobos están en el agua, vamos a la isla y le curamos la herida?

-¡De acuerdo!- dijeron los otros dos.

Y así lo hicieron. Como estaba baja la marea pasaron al lugar donde estaba solito el lobito…

-Vamos amiguito, ¿Qué es lo que te pasó?

Y el lobito les mostró la herida que tenía debajo de la aleta izquierda.

-¡Mmmmm, vaya, vaya!- dijeron. Es poca cosa pero sangra mucho.

-Hay que suturar-dijo el doctor…y el lobito estuvo de acuerdo.

Y ahí, una vez que le curaron la herida, le dijeron:

-Ojalá que vuelva el sol y te seque un poco la curación.

Y justo que eso le estaban diciendo, cuando la nube que estaba mirando lo que ocurría decidió cooperar con el gesto bondadoso de los científicos y se corrió dejando paso al astro rey.

Para que decir la cooperación que prestó el sol al lobito, alumbró mucho más fuerte y en breve, le secó la curación al animalito.

Cuando volvieron a la roca-isla, los lobos, las lobas, los lobitos y las lobitas tuvieron que respetarle su espacio, porque el sol y las nubes estaban mirando lo que ocurría.


SADY OGALDE




NOTA BIO-BIBLIOGRAFICA</span>

SADY OGALDE CÁRCAMO, (Talcahuano), es periodista, titulado en la Universidad de Concepción. Durante 7 años, sus cuentos fueron publicados los domingos por el suplemento La Ronda de los Sapos de Diario "El Sur" de Concepción con el nombre de Sady O. Es autor del libro "Obras de Teatro de Navidad", publicado por ediciones paulinas, de reconocida orientación cristiana, y es miembro activo del Colegio de Periodistas de Chile. En el 2005 publicó "Cuentos Infantiles Regionales", edición de la fundación Alvarez Castillo de Concepción. Ha obtenido diversos premios en Concursos literarios regionales y nacionales.