
RITOS DE CLAUSURA
[Columbus San Juan, 1999-2003]
"Anything dead coming back to life hurts"
(Beloved, Toni Morrison)
A Aníbal Giordano (Buenos Aires, 1908 - San Juan, 1998)
I: CUARESMA
MIÉRCOLES
El maestro atesora como a un hijo
su carga de cenizas
Sus pies voluntariosos
lo arrastran por el púlpito
Cenizas en la frente
para el final que le aguarda
Pies que exhuman olvidos, castigos
Pies que lavan el camino
y, errantes
regresan siempre
CARISMA
Clausura de púrpura violenta
Bordes puntillistas, su atavío
Pelo hirsuto, radiante blancura
Copa purificada de su sangre.
La falda marrón
despliega un ministerio
de medias transparentes
No hace falta ver más
ni apresar su contorno
para iluminarme
Al adorar la firmeza
de su mano, sus dedos sosteniendo el cáliz
siento la zarza ardiente de su mirar
su prolija y diestra
transfiguración
INSOMNIO
Mi asiento está vacío
No estoy
Me he perdido en papeles de insomnio
Cuando me acercan el cáliz
desaparezco
El vino se derrama
El pan sale rodando
y llora
CUERPO
Todavía me gusta mi cara
Aunque olvido el cuerpo
la cabeza sigue ahí
Tengo este sufrido corazón
un esófago que baja
a la plena custodia de mi estómago
última disposición de los elementos
latido del deseo
volumen mío que devora el mundo
por último, tumba viva
donde emergen espectros de dolor
Toda la vida viajé con este cuerpo
Dondequiera que voy
va conmigo
SACRIFICIO
Crees posible vivir sin fe
sin destino ni ángeles
sin música ni patria
Echar de casa tus pobres ilusiones
los demiurgos al infierno
Y cuando vas a quemar a tu hijo
se te ofrece en gracia
el mismísimo cordero de Abraham
INMIGRANTES
Presos de la vida
que los detuvo
Presos de sus obras
de lo que amaron y aprendieron
allí se quedaron para siempre
el mundo entrevisto a la distancia
y parecerían contentos
pues comieron y bebieron
Se encerraron a procrear
donde los dejaban sobrevivir
¡No, llévame en tu barco
holandés errante
no te detengas
llévame en el mar y el tiempo:
todo puerto es trampa
prisión interminable!
PREGUNTA
¿Por qué se nos deja vivir
cuando se agota la juventud?
Pero si el viaje continúa
yo no quiero perderme
en recuerdos
que sólo yo poseo
Quisiera ver cómo me voy muriendo,
vivir plenamente el fin
la horizontalidad de mis últimos días
EL DON
Todo el mundo haciendo
tanta cosa inútil
y que sean tan felices
tendiendo la mesa, tañendo campanas
cocinando bizcochos
desbrozando el jardín
Y yo recibo el don
con gozo lo atesoro
lo deposito en palabras
también inútilmente
ANATEMA
Flores de papel, mercadería
figuras agrias
de un jardín sin consagrar
Alimentos del alma, muertos
Plegarias que hurgan en lo inerte
Congojas de vino dulzón
que nunca fue sangre de nadie
De allí no bebo
sino esa baba azul
que cae a gotas de su
rudo sacerdocio
FIN DE MUNDO
¡Cómo sobra devoción! Y es curioso
nadie sabe para qué son estas flores
ni quién va a perfumar mis pies
Un gentío
canta
No hay certeza ni concierto
Nos confundimos en plegarias
Todo aquí viene a su fin
¡Curioso!
Como si una bomba nos hubiera estallado
en la cabeza
No hay cáliz que valga
De aquí no se salva nadie
II: PASIÓN
VÍSPERA
Era el peso de la tarde
la angustia de la oración
No podía soportar la vigilia
Mis ojos se cerraban
Se oyó el beso
la traición
Era humanamente tarde
Nos quedábamos solos
Apenas había tiempo para huir
PADRE
Pies flaquísimos, huesosos
Pretenden sostener
lo que queda de su cuerpo
Cree volar
La verdad es que
baja a tropezones la escalera
agarrado a mis brazos
como un hijo que vuelve a su descanso
Cruzamos la explanada
entramos al recinto donde
se despedirá del mundo
con la misma soledad que trajo
noventa años ha
una mañana sin amor ni viento
Se acurruca en mí
su corazón late a medias
respira apenas
El dolor lo va acallando
Desde su otro mundo
aún siento sus palabras
solas, lentas
porfiadamente
bendiciéndonos
HOSPITAL
En la clínica sus ojos muerden
la orilla del camastro. Respiro
su perfume en el pasillo.
Huelo sus huesos, el polvo de su carne
Abordo su partida con ebrio fervor
ANTEPASADOS
Desde allá me llaman
y yo voy, sí, allá voy
La fe de ellos me transporta
tal como soy
a un hogar de lodo y cemento
donde seré para siempre
beneficiario inmutable
de un amor arcano
ANTÍFONA
No sé si este blanco clavel
te ayudará a mover la piedra
No vino nadie a despedirte
Un fuerte apretón de manos extranjeras
algunas flores esparcidas
un concierto de campanas
Un enorme candelabro simbolizaba
la columna de fuego del éxodo
Una sonrisa diligente con aplausos
me mostró la puerta
por la que salgo con ese mismo
inexplicable pavor de los primeros días
SOFÍA
Si tú fuiste el cordero,
mi madre es la pantera que ruge.
Pidamos su sabiduría
para vencer
aunque sea en la muerte.
Algún día veré cara a cara
lo que tú siempre viste:
la sabiduría que emanaba de sus ojos maternales.
COMUNIÓN
Déjame ver a aquel que caminó por la tierra
cuando lo arrastré a su martirio.
La misma tarde en que te fuiste
oraste como siempre lo hacías,
bendeciste los alimentos y dijiste:
'Mi cuerpo muere,
pero volveré en tus sueños'.
Llenaste tu copa
y al pasármela dijiste:
'Nunca he bebido:
mi primer vino será en el cielo.
Pero bebe en mi nombre,
porque resucitaré en ti'.
PENTECOSTÉS
El telón de tu adiós
desciende como un manto.
Tu luz extinta
avanza ante mí.
Vislumbro
tu viejo resplandor.
Me siento rodeado de tu gracia,
inmerso en tu perdón.
Desde que salí de esa noche
he recorrido el sendero de Emaús.
He reconocido tu hermosura
en el sabio sosiego de la tarde.
NOTA BIO-BIBLIOGRÁFICA.
Jaime Giordano (Concepción, 1937). Profesor de Literatura Hispanoamericana: Universidad de Concepción, 1962-1966; Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook, 1966-1990; Universidad del Estado de Ohio, Columbus, 1990-1999. Profesor Colaborador de Literatura Comparada, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 2001 hasta el presente. Premio Municipal de Santiago, 1972; Premio Jornadas de Poesía, Middlebury College, 1984. Libros de crítica: La edad del ensueño: Sobre la imaginación poética de Rubén Darío (1971), La edad de la náusea: Sobre narrativa hispanoamericana contemporánea (1984), Dioses, antidioses: sobre poesía hispanoamericana contemporánea (1986). Dos libros inéditos: El valor poético: enigmas y Sueños del Sur: la poesía de la región del Bío- Bío hasta 2000. Libros de poesía: Eres leyenda (1981), Marzo (1984), Reunión bajo las mismas banderas (1985), En Monsalvat (1999). Inédito: Ritos de clausura. Ha publicado, además, numerosos artículos de crítica, un libro de cuentos, una obra teatral en colaboración, traducciones, ediciones y otros.
[Columbus San Juan, 1999-2003]
"Anything dead coming back to life hurts"
(Beloved, Toni Morrison)
A Aníbal Giordano (Buenos Aires, 1908 - San Juan, 1998)
I: CUARESMA
MIÉRCOLES
El maestro atesora como a un hijo
su carga de cenizas
Sus pies voluntariosos
lo arrastran por el púlpito
Cenizas en la frente
para el final que le aguarda
Pies que exhuman olvidos, castigos
Pies que lavan el camino
y, errantes
regresan siempre
CARISMA
Clausura de púrpura violenta
Bordes puntillistas, su atavío
Pelo hirsuto, radiante blancura
Copa purificada de su sangre.
La falda marrón
despliega un ministerio
de medias transparentes
No hace falta ver más
ni apresar su contorno
para iluminarme
Al adorar la firmeza
de su mano, sus dedos sosteniendo el cáliz
siento la zarza ardiente de su mirar
su prolija y diestra
transfiguración
INSOMNIO
Mi asiento está vacío
No estoy
Me he perdido en papeles de insomnio
Cuando me acercan el cáliz
desaparezco
El vino se derrama
El pan sale rodando
y llora
CUERPO
Todavía me gusta mi cara
Aunque olvido el cuerpo
la cabeza sigue ahí
Tengo este sufrido corazón
un esófago que baja
a la plena custodia de mi estómago
última disposición de los elementos
latido del deseo
volumen mío que devora el mundo
por último, tumba viva
donde emergen espectros de dolor
Toda la vida viajé con este cuerpo
Dondequiera que voy
va conmigo
SACRIFICIO
Crees posible vivir sin fe
sin destino ni ángeles
sin música ni patria
Echar de casa tus pobres ilusiones
los demiurgos al infierno
Y cuando vas a quemar a tu hijo
se te ofrece en gracia
el mismísimo cordero de Abraham
INMIGRANTES
Presos de la vida
que los detuvo
Presos de sus obras
de lo que amaron y aprendieron
allí se quedaron para siempre
el mundo entrevisto a la distancia
y parecerían contentos
pues comieron y bebieron
Se encerraron a procrear
donde los dejaban sobrevivir
¡No, llévame en tu barco
holandés errante
no te detengas
llévame en el mar y el tiempo:
todo puerto es trampa
prisión interminable!
PREGUNTA
¿Por qué se nos deja vivir
cuando se agota la juventud?
Pero si el viaje continúa
yo no quiero perderme
en recuerdos
que sólo yo poseo
Quisiera ver cómo me voy muriendo,
vivir plenamente el fin
la horizontalidad de mis últimos días
EL DON
Todo el mundo haciendo
tanta cosa inútil
y que sean tan felices
tendiendo la mesa, tañendo campanas
cocinando bizcochos
desbrozando el jardín
Y yo recibo el don
con gozo lo atesoro
lo deposito en palabras
también inútilmente
ANATEMA
Flores de papel, mercadería
figuras agrias
de un jardín sin consagrar
Alimentos del alma, muertos
Plegarias que hurgan en lo inerte
Congojas de vino dulzón
que nunca fue sangre de nadie
De allí no bebo
sino esa baba azul
que cae a gotas de su
rudo sacerdocio
FIN DE MUNDO
¡Cómo sobra devoción! Y es curioso
nadie sabe para qué son estas flores
ni quién va a perfumar mis pies
Un gentío
canta
No hay certeza ni concierto
Nos confundimos en plegarias
Todo aquí viene a su fin
¡Curioso!
Como si una bomba nos hubiera estallado
en la cabeza
No hay cáliz que valga
De aquí no se salva nadie
II: PASIÓN
VÍSPERA
Era el peso de la tarde
la angustia de la oración
No podía soportar la vigilia
Mis ojos se cerraban
Se oyó el beso
la traición
Era humanamente tarde
Nos quedábamos solos
Apenas había tiempo para huir
PADRE
Pies flaquísimos, huesosos
Pretenden sostener
lo que queda de su cuerpo
Cree volar
La verdad es que
baja a tropezones la escalera
agarrado a mis brazos
como un hijo que vuelve a su descanso
Cruzamos la explanada
entramos al recinto donde
se despedirá del mundo
con la misma soledad que trajo
noventa años ha
una mañana sin amor ni viento
Se acurruca en mí
su corazón late a medias
respira apenas
El dolor lo va acallando
Desde su otro mundo
aún siento sus palabras
solas, lentas
porfiadamente
bendiciéndonos
HOSPITAL
En la clínica sus ojos muerden
la orilla del camastro. Respiro
su perfume en el pasillo.
Huelo sus huesos, el polvo de su carne
Abordo su partida con ebrio fervor
ANTEPASADOS
Desde allá me llaman
y yo voy, sí, allá voy
La fe de ellos me transporta
tal como soy
a un hogar de lodo y cemento
donde seré para siempre
beneficiario inmutable
de un amor arcano
ANTÍFONA
No sé si este blanco clavel
te ayudará a mover la piedra
No vino nadie a despedirte
Un fuerte apretón de manos extranjeras
algunas flores esparcidas
un concierto de campanas
Un enorme candelabro simbolizaba
la columna de fuego del éxodo
Una sonrisa diligente con aplausos
me mostró la puerta
por la que salgo con ese mismo
inexplicable pavor de los primeros días
SOFÍA
Si tú fuiste el cordero,
mi madre es la pantera que ruge.
Pidamos su sabiduría
para vencer
aunque sea en la muerte.
Algún día veré cara a cara
lo que tú siempre viste:
la sabiduría que emanaba de sus ojos maternales.
COMUNIÓN
Déjame ver a aquel que caminó por la tierra
cuando lo arrastré a su martirio.
La misma tarde en que te fuiste
oraste como siempre lo hacías,
bendeciste los alimentos y dijiste:
'Mi cuerpo muere,
pero volveré en tus sueños'.
Llenaste tu copa
y al pasármela dijiste:
'Nunca he bebido:
mi primer vino será en el cielo.
Pero bebe en mi nombre,
porque resucitaré en ti'.
PENTECOSTÉS
El telón de tu adiós
desciende como un manto.
Tu luz extinta
avanza ante mí.
Vislumbro
tu viejo resplandor.
Me siento rodeado de tu gracia,
inmerso en tu perdón.
Desde que salí de esa noche
he recorrido el sendero de Emaús.
He reconocido tu hermosura
en el sabio sosiego de la tarde.
NOTA BIO-BIBLIOGRÁFICA.
Jaime Giordano (Concepción, 1937). Profesor de Literatura Hispanoamericana: Universidad de Concepción, 1962-1966; Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook, 1966-1990; Universidad del Estado de Ohio, Columbus, 1990-1999. Profesor Colaborador de Literatura Comparada, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 2001 hasta el presente. Premio Municipal de Santiago, 1972; Premio Jornadas de Poesía, Middlebury College, 1984. Libros de crítica: La edad del ensueño: Sobre la imaginación poética de Rubén Darío (1971), La edad de la náusea: Sobre narrativa hispanoamericana contemporánea (1984), Dioses, antidioses: sobre poesía hispanoamericana contemporánea (1986). Dos libros inéditos: El valor poético: enigmas y Sueños del Sur: la poesía de la región del Bío- Bío hasta 2000. Libros de poesía: Eres leyenda (1981), Marzo (1984), Reunión bajo las mismas banderas (1985), En Monsalvat (1999). Inédito: Ritos de clausura. Ha publicado, además, numerosos artículos de crítica, un libro de cuentos, una obra teatral en colaboración, traducciones, ediciones y otros.
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